¡Aquí está en juego algo de magia helada y especiada! El café helado preparado en frío se combina con la calidez sutil de la canela y el sabor dulce y mantecoso del caramelo. Condimentando las cosas con un sorbo helado a la vez.
1Coloca la nata, la leche, el azúcar, la canela y 1 cucharadita de almíbar de caramelo en una jarra medidora. Bate hasta obtener una mezcla espesa pero con consistencia fluida.
2Llena un vaso para servir con hielo y vierte encima el café frío y el jarabe de caramelo restante. Para servir, cubre con la mezcla de crema de canela y adorna con canela molida adicional y una rama de canela.