La diferencia entre la extracción en frío y el goteo en frío
Está claro que las bebidas de café helado son cada vez más populares entre los consumidores norteamericanos, una tendencia que seguramente continúe.
Sin embargo, hay dos tipos principales de café en frío en este segmento: el goteo en frío y la extracción en frío. ¿Cuáles son las diferencias?
La extracción en frío es posiblemente la más popular. El nombre lo dice todo: el café extraído en frío se elabora a una temperatura fría o, como mínimo, a temperatura ambiente. Prepararlo es sencillo: infusiona el café molido en agua entre 18 y 24 horas; después, fíltralo y disfruta.
Se puede realizar la extracción en frío en diferentes recipientes, desde una cafetera de émbolo hasta una jarra o un tarro de cristal, dependiendo de la cantidad que se quiera preparar. Ya que la extracción es tan prolongada, se recomienda usar café molido muy grueso.
Por otra parte, el goteo en frío es algo más complejo. El café extraído en frío se elabora infusionando el café molido en agua, un método conocido como inmersión. Sin embargo, el goteo en frío es un método de elaboración de café por percolación. Esto significa que el agua pasa a través de un lecho de café molido: el café no permanece sumergido en el agua —algo parecido al proceso para preparar café de goteo estándar—.
El goteo en frío también es más difícil de llevar a cabo. Esta técnica suele requerir un dispositivo específico de elaboración llamado ""torre de goteo"", que separa el café del agua.
El depósito de agua se coloca sobre una cámara para el café molido y permite que el agua gotee muy lentamente en el lecho de café. A continuación, el agua se filtra a través del café molido y de un filtro hacia otro recipiente que recoge el café preparado.
El café de goteo en frío se prepara durante unas 3 a 12 horas, así que es un proceso bastante más rápido que la extracción en frío. El tiempo exacto dependerá del grosor de molido y de la velocidad de goteo de tu equipo, que puede ser difícil de calcular para los aficionados.